Dos de las preguntas más comunes que solemos hacernos muchos de nosotros cuando pasamos por un proceso de dolencia o malestar físico y/o emocional. ¿Y qué hacemos generalmente? Buscar información en internet, lo que puede llevarnos a caer en manos de personas poco profesionales, ya que en la red hay muchísima información poco contrastada. Dicho esto, lo primero que debemos hacer es localizar a un buen profesional en este campo, y algo que es aconsejable es que éste/a tenga número de colegiado. Pero cuidado, el que un profesional tenga número de colegiado no significa que tenga la solución a nuestro problema. También existen otro tipo de terapeutas que sin estar colegiados pueden ofrecernos una ayuda muy válida, como por ejemplo los coaches. Importante es saber cuál ha sido su formación, dónde se ha formado y su trayectoria. Uno de los institutos con mayor renombre a nivel nacional e internacional para coaches es “Augere”. Si optamos por la opción de terapeutas no colegiados, sea cual sea su formación, el riesgo de caer en manos de personas poco profesionales incrementa. Debemos de tener mucho cuidado a la hora de escoger tanto al terapeuta como la terapia, puesto que estamos hablando de nuestra propia salud mental.
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Existen diferentes tipos de terapia. En este post voy a centrarme en la cognitivo-conductual y en el psicoanálisis.
Si lo que estamos buscando es una solución lo más rápida y efectiva posible, la terapia cognitivo-conductual es la más apropiada, dado que el trabajo a realizar entre el terapeuta y el paciente se centra en hacer tareas muy concretas para solucionar el problema que se presenta, es decir, pasar a la acción. Sin embargo, si lo que estamos buscando es una explicación al problema y profundizar en él, la terapia psicoanalítica es la más indicada, puesto que al conocer mucho mejor cuál es el problema, la solución perdura más en el tiempo, o sea, es de mayor durabilidad si la comparamos con la terapia cognitivo-conductual.
Ortiz, José Antonio
1/7/2022